Fundamentos de Sistemas Inteligentes – Tarea 2
Dentro de las objeciones planteadas al Test de Turing podemos destacar las siguientes:
· Objeción Teológica
Exponen que el pensamiento es una función del alma del hombre. Y que Dios ha dado un alma inmortal a todos los hombres y mujeres, pero a ningún otro animal y a ninguna máquina. Por lo tanto, ningún animal o máquina podría pensar.
· Objeción Matemática
Hay muchos resultados de la lógica matemática que pueden ser utilizados para demostrar que existen limitaciones al poder de las máquinas de estado discreto. El más conocido de estos resultados se apoya en el Teorema de Incompletitud de Gödel y demuestra que, en cualquier sistema lógico suficientemente poderoso pueden ser formuladas proposiciones que no pueden ser demostradas ni refutadas dentro del sistema, a menos que el sistema mismo sea contradictorio.
· Objeciones de Conciencia
Objeción expresada en la Oración de Lister del año 1949 del profesor Jefferson: "Hasta que una máquina no sepa escribir un soneto o componer un concierto con base en los pensamientos y las emociones que siente, y no a consecuencia de la caída venturosa de símbolos, no podremos estar de acuerdo en que la máquina pueda ser igual que un cerebro, es decir, que no solamente sepa escribirlos, sino también que sepa que los ha escrito. Ningún mecanismo podría sentir (y no sólo señalar artificialmente, lo cual es una invención fácil) alegría por sus éxitos, tristeza cuando sus válvulas se fundieran, placer al ser adulado y sentirse desgraciado a consecuencia de sus errores, encantado por el sexo, enfadado o deprimido al no lograr lo que desea".
· Objeciones basadas en varias incapacidades
Estas objeciones se basan en que nunca se podrá inducir a una máquina a ser, por ejemplo: ser bueno, fértil en recursos, guapo, amistoso, tener iniciativa, tener sentido del humor, saber distinguir lo bueno de lo malo, cometer errores, enamorarse, disfrutar las fresas con nata, hacer que alguien se enamore de algo, aprender de la experiencia, emplear las palabras correctamente, ser el tema de sus propios pensamientos, tener tanta variedad de comportamiento como un hombre, hacer algo verdaderamente nuevo.
· La objeción de Lady Lovelace
La información más detallada acerca de la máquina analítica de Babbage proviene de un informe elaborado por Lady Lovelace, en el cual declara lo siguiente: "La máquina analítica no pretende crear nada. Puede hacer cualquier cosa que sepamos ordenarle que haga". En definitiva, da a entender que una máquina no es capaz de pensar por sí misma.
· Objeción basada en la continuidad del sistema nervioso
El sistema nervioso no es, por supuesto, una máquina de estado discreto. Un pequeño error en la información correspondiente a un impulso nervioso que llega a una neurona, puede representar una gran variación en el impulso de salida de esta neurona. Por consiguiente, se puede argumentar que, si esto es así, no se puede esperar que podamos llegar a imitar el comportamiento del sistema nervioso con una máquina o sistema de estado discreto.
· Objeción de la informalidad de la conducta
Esta objeción se refiere a que el comportamiento de un ser humano es demasiado complejo como para ser descrito mediante unas simples reglas de un juego, es el denominado problema de cualificación, según el cual no es posible elaborar un conjunto de reglas que describa lo que una persona debería hacer en cualquier serie de circunstancias posibles. Y como consecuencia a lo anterior, una máquina no podrá imitar por completo el comportamiento de una persona pues no conocería todas estas reglas.
De las muchas objeciones encontradas solo creemos que algunas tienen importancia aún. Considerando el concepto de inteligencia en su forma más amplio, podemos enumerar:
1. Conciencia
2. Sistema nervioso
3. Complejidad del comportamiento
4. Objeción matemática
5. Test ambiguo
Experimento de la Habitación China
Experimento propuesto por John Searle y popularizado por Roger Penrose, mediante el cual se trata de rebatir el Test de Turing y también que una máquina puede llegar a pensar.
El objetivo del experimento es derribar la idea de que nuestra mente es similar a un programa de computador.
Una pequeña descripción: La Sala china propone que imaginemos una habitación aislada del exterior con la cual se comunicaría únicamente por una ranura por la que pudieran entrar y salir textos en chino. Supongamos ahora que en esta habitación se encuentra un ser humano que no sabe nada de chino, pero que dispone de alguna clase de manual que relaciona los caracteres de dicho idioma, algo así como “si aparecen estos caracteres escriba este otro”. De esta forma este sujeto podría hacer creer a otro que se encuentre en el exterior que sabe chino.
Algunas interrogantes que deja el experimento: ¿la sala entiende chino? ¿es el hombre el que lo entiende? o ¿son los manuales los que entienden chino?.
Comentarios
Primeramente debemos definir el concepto de inteligencia, luego debemos acotar las diferentes inteligencias que poseemos los seres humanos. Teniendo eso definido podemos decir que es un tema complicado y creemos que no se puede crear inteligencia artificial, todo esto entendiendo el concepto de inteligencia y como está asociado a muchos factores aun más complejos (conciencia etc.).
Aquí surge la dicotomía de la inteligencia artificial, en la IA fuerte y la IA débil. La IA fuerte, es la rama en la que se piensa que simular ser inteligente es lo mismo que serlo y por lo tanto una máquina puede ser igual de inteligente que un humano.
Nos ha tomado miles de años desarrollar nuestra inteligencia, y aun así usamos un porcentaje mínimo de nuestro cerebro, parece muy lejano el crear inteligencia dada nuestra propia incapacidad.
El concepto de engañar (algo muy intrínseco al ser humano), como pretende el Test de Turing. El hombre siempre ha buscado la creación de forma que puedan ser dioses.
Al fin y a cabo un algoritmo por muy complejo que sea no podra ser considerado inteligencia.
La pregunta con respecto a la Inteligencia Artificial debería dejar de apuntar hacia el concepto de inteligencia o conducta inteligente (en el sentido del Test de Turing, de conducta lingüística inteligente). En esta línea de investigación creo que ya se han conseguido logros lo suficientemente importantes para decir que tenemos máquinas con conducta inteligente (a pesar de que todavía quede mucho por hacer). La dirección a seguir (y que ya se sigue desde muchos ámbitos) sería la de hacer máquinas que generarán conciencia.
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